dieta persona activa

¿Cómo debe ser la dieta de una persona activa físicamente?

Seguir una alimentación adecuada es fundamental para quienes practican deporte de manera habitual. La dieta de una persona activa tiene que optimizar la energía, mejorar la composición corporal y potenciar los resultados del entrenamiento.

La dieta influye en varios aspectos determinantes: el rendimiento físico, el bienestar mental, la recuperación, la prevención de lesiones y el bienestar general.

Importancia de la alimentación para una persona deportista

El cuerpo necesita su propia gasolina para moverse, equilibrarse, reparar tejidos, formar músculo… Practicar deporte aumenta la demanda nutricional y hay que cubrirla correctamente.

Una dieta adecuada para deportistas:

  • Aporta energía
  • Favorece la recuperación muscular
  • Refuerza el sistema inmunológico
  • Previene sobrecargas y lesiones
  • Mejora la composición corporal

 

¿Qué alimentos debe incorporar la dieta de una persona activa?

Hidratos de carbono

  • Son el combustible de los músculos. Una dieta rica en carbohidratos complejos mantiene los niveles de glucosa estables y repone el glucógeno muscular.
  • Según el tipo de entrenamiento se necesita una mayor o menor cantidad.
  • Fuentes recomendadas: cereales integrales, legumbres, frutas y verduras, tubérculos.

Proteínas

  • Tienen un papel clave en la reparación de tejidos y la síntesis muscular. Son fundamentales tras el ejercicio para estimular la regeneración.
  • Un deportista suele necesitar entre 1,2 y 2 gramos de proteína por kilo de peso corporal al día, según la intensidad del entrenamiento.
  • Fuentes recomendadas: carnes magras, pescado, huevos, legumbres, lácteos, frutos secos y semillas.

Grasas saludables

  • Las grasas nos aportan energía y son esenciales para la absorción de vitaminas y el equilibrio hormonal.
  • Es importante evitar las grasas trans y los ultraprocesados.
  • Fuentes: frutos secos y semillas, aguacate, aceite de oliva virgen extra, pescados grasos.

Micronutrientes

  • Son las vitaminas y minerales, que tienen un papel fundamental en la nutrición deportiva.
  • Una alimentación variada y rica en frutas y verduras suele ser suficiente para cubrir estas necesidades, aunque en algunos casos puede ser necesaria la suplementación con supervisión profesional.
  • Micronutrientes relevantes: hierro, calcio y vitamina D, magnesio y potasio, antioxidantes.

 

¡No te olvides de la hidratación!

Dependiendo del tipo de ejercicio es fundamental beber agua antes, durante y después del entrenamiento para evitar la deshidratación, ya que afecta al rendimiento y puede aumentar el riesgo de lesiones.

Si realizas actividades prolongadas o en ambientes de mucho calor, también puedes tomar bebidas isotónicas para reponer electrolitos.

 

¿Puedo comer antes del ejercicio?

Hay muchas teorías acerca de esto, pero lo mejor es consultar a tu nutricionista o escuchar a tu cuerpo. Si entrenar en ayunas te sienta mal o sucede lo contrario, ya sabes qué hacer.

  • Antes del entrenamiento: es conveniente ingerir una comida ligera rica en carbohidratos y proteínas, entre 1 y 3 horas antes. Algunos ejemplos: tostadas integrales con aguacate y huevo, yogur con fruta y avena o arroz con verduras.
  • Después del entrenamiento: lo que buscamos aquí es recuperar el glucógeno y favorecer la reparación muscular. Lo mejor es combinar proteínas y carbohidratos de fácil absorción. Ejemplos: batido de leche y plátano, tortilla con pan integral, pollo con patata asada.

 

Ejemplo de dieta para una persona activa

Este es un ejemplo de menú diario orientado a una persona que entrena entre 3 y 5 veces por semana. Obviamente esto debe ajustarse según los horarios de entrenamiento, el sexo, el peso corporal, los objetivos personales y las deficiencias nutricionales de cada uno.

Desayuno

  • Yogur natural con copos de avena, plátano y semillas de chía.
  • Café o infusión.

Media mañana

  • Tostada de pan integral con aguacate y tomate.
  • Un puñado de almendras o nueces.

Comida

  • Ensalada con garbanzos, espinacas, zanahoria, pimiento rojo y aceite de oliva virgen extra.
  • Pechuga de pollo a la plancha o pescado blanco.
  • Arroz integral o quinoa integral.
  • Fruta fresca.

Merienda

  • Batido de leche o bebida vegetal con proteína.
  • Un puñado de uvas o una manzana.

Cena

  • Tortilla de dos huevos con calabacín.
  • Boniato al horno o pan integral.
  • Un yogur natural o kéfir.

 

La mejor dieta para una persona activa es aquella equilibrada, variada y adaptada a las necesidades individuales. Recuerda que entrenar bien empieza desde el plato.